dc.description.abstract | Este documento se ocupa de las barreras que enfrentan niñas, jóvenes y mujeres migrantes venezolanas cuando solicitan servicios de aborto en Colombia, presenta algunos casos acompañados y conocidos por La Mesa por la Vida y la Salud de las Mujeres (La Mesa),1 la Fundación Oriéntame,2 la Corporación Mujer, Denuncia y Muévete,3 y Médicos del Mundo-Francia,4 con el fin de visibilizar sus trayectorias para acceder a abortos seguros en un contexto de migración. Partir de las historias de las mujeres ayuda a entender la dimensión y la importancia de la garantía de los derechos sexuales y los derechos reproductivos (DSDR), esenciales en el desarrollo humano, y su íntima relación con las nociones de dignidad humana y autonomía. La Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo, realizada en El Cairo en 1994, aplicó el concepto de salud a la reproducción y reconoció que la salud reproductiva es un estado general de bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de enfermedad. En consecuencia, la salud reproductiva entraña la capacidad de disfrutar de una vida sexual satisfactoria y sin riesgos, y de contar con la libertad para procrear o no, cuándo y con qué frecuencia hacerlo. Esto abarca el acceso a la información y a métodos anticonceptivos seguros, eficaces, asequibles y aceptables, y el derecho a recibir servicios adecuados de atención de la salud que permita embarazos y partos sin riesgo. Además, incluye la salud sexual, cuyo objetivo es el desarrollo de la vida y de las relaciones personales, y no simplemente el asesoramiento y la atención en materia de reproducción y de enfermedades de transmisión sexual. La Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo, realizada en El Cairo en 1994, aplicó el concepto de salud a la reproducción y reconoció que la salud reproductiva es un estado general de bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de enfermedad. En consecuencia, la salud reproductiva entraña la capacidad de disfrutar de una vida sexual satisfactoria y sin riesgos, y de contar con la libertad para procrear o no, cuándo y con qué frecuencia hacerlo. Esto abarca el acceso a la información y a métodos anticonceptivos seguros, eficaces, asequibles y aceptables, y el derecho a recibir servicios adecuados de atención de la salud que permita embarazos y partos sin riesgo. Además, incluye la salud sexual, cuyo objetivo es el desarrollo de la vida y de las relaciones personales, y no simplemente el asesoramiento y la atención en materia de reproducción y de enfermedades de transmisión sexual. Este informe aporta elementos de análisis y propone una serie de recomendaciones que alimente el debate frente a la garantía de los DSDR de las mujeres migrantes. | es_ES |