Tareas compartidas: una oportunidad para la atención del aborto en Argentina.

Abstract

Consiste en una estrategia de salud que impulsa la formación y habilitación de trabajadores de salud no médicos1 para labores específicas en la atención de IVE/ILE, de manera que puedan desempeñarse en ellas. Es una apuesta para ampliar el elenco del personal involucrado en la garantía y también para enfatizar el trabajo en equipos conformados por distintos profesionales (es decir, multiprofesional) y no jerárquico. Esta estrategia calza, en varios sentidos, muy bien a la atención del aborto. En primer lugar, el aborto es, la mayoría de las veces y como regla, un servicio de atención primaria. En segundo lugar, es una práctica que puede ser brindada por una variedad de trabajadores de la salud y no sólo por los médicos. En tercer lugar, este involucramiento es una manera eficiente de lidiar con la escasez de recursos humanos que caracteriza la atención del aborto y que se observa, ante todo, bajo la forma de disparidad subnacional e inadecuada formación. Recurrir a otros profesionales, como obstétricas y enfermeras, es una manera de aumentar el acceso y mejorar la calidad de la provisión del aborto.4 Finalmente, porque es una manera, esta estrategia, de desmedicalizar el aborto; es decir, de desandar la idea y práctica de considerarlo un problema médico de salud, cuya resolución y decisión corresponde, ante todo, a los médicos especialistas