El embarazo infantil forzado es la tortura

Abstract

Estupeña por el padre, una niña paraguaya de 12 años tuvo su primer embarazo a los diez. En 2015, con 21 semanas de gestación, media 1,39 me pesaba 34 kilos. Aunque ha sido víctima de violencia sexual y que las posibilidades de que una niña menor de 15 años muera en el parto sean cuatro veces mayores que las de una mujer mayor de 20, el Estado de aquel país no autorizó el aborto. La súplica de la madre de la víctima y la medida cautelar requerida por organizaciones internacionales fueron ignoradas por el gobierno paraguayo que se negó a encuadrar el caso como aborto terapéutico, única situación en que está permitido en el país. El cuestionamiento sobre la situación de las niñas latinoamericanas, a partir del caso, llevó al Cladem (Comité Latinoamericano y del Caribe para la Defensa de los Derechos de la Mujer) a elaborar la investigación"Niñas madres. Embarazo forzado infantil en América Latina y El Caribe " , publicado en 2016. La flagrante violación de los derechos de las niñas, reveló el diagnóstico en 14 países, se está informando en la campaña internacional #EmbarazoInfantilForzadoEsTortura (embarazo forzado infantil es la tortura).

La campaña #EmbarazoInfantilForzadoEsTortura denuncia la impunidad de la violencia sexual contra las niñas y requiere el reconocimiento de embarazo forzado como tortura. Es pedagógica al distinguir embarazo en la adolescencia -que puede ser fruto de una iniciación sexual precoz- de embarazo en la infancia, caracterizada en la mayoría de las veces por la violencia sexual ejercida por integrantes de la familia o conocidos. El estudio aclara que en el momento en que la niña se convierte en madre se comete tres tipos de violación: "el primero, imponiendo una relación sexual indeseable; el segundo, forzándola a realizar un embarazo que no buscó; y el tercero, obligándola a ser madre contra la voluntad